La inseguridad no es un incidente: es parte del trayecto

Publicado el 31 de mayo de 2025, 12:03

Cada día, millones de personas atraviesan la ciudad para llegar a sus destinos: trabajo, escuela, citas médicas, actividades cotidianas. Pero para muchos, el viaje comienza antes de subir al autobús o al metro. Comienza con una pregunta silenciosa pero constante: ¿llegaré bien?

 

En este blog queremos visibilizar cómo la inseguridad afecta a las personas en sus desplazamientos cotidianos. No como un titular esporádico, sino como una realidad estructural. Queremos contar historias, analizar datos, escuchar voces y proponer cambios. Porque viajar seguro no debería ser un privilegio, sino un derecho.

Datos actuales de robos 

Los datos actuales presentan limitaciones importantes, ya que no especifican con suficiente detalle el lugar exacto dentro de las estaciones donde ocurren los robos (tren, plataforma, pasajes subterráneos o área externa). Sin embargo, a partir de la información disponible, realizamos un primer análisis para entender la distribución general de los incidentes por estación y día de la semana.

Usando Python y bibliotecas como Pandas y Matplotlib, procesamos las bases de datos públicas y generamos visualizaciones clave. Por ejemplo, el gráfico de barras que mostramos a continuación indica que ciertas estaciones tienen un número significativamente mayor de robos reportados, lo que nos permite identificar focos críticos en la red.

Sin embargo, esta información solo refleja el total de robos sin detalles sobre la ubicación específica dentro de la estación, lo que limita la precisión para diseñar intervenciones efectivas.

Acoso en el camino: una violencia cotidiana que no debemos normalizar

El transporte público, lejos de ser un espacio neutral, es también un escenario donde miles de personas especialmente mujeres y disidencias enfrentan situaciones de acoso todos los días. Miradas invasivas, comentarios sexuales, roces intencionales, persecuciones o incluso agresiones físicas son parte de una violencia que muchas veces se calla por miedo, vergüenza o normalización.

El acoso en el transporte no es una excepción ni un malentendido: es una forma de violencia estructural que limita el derecho a moverse libre y seguro por la ciudad.

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